
¡Llegó el ansiado día! Muy contentos porque nos cambiamos a una vivienda mejor, pero un poco asustados por la magnitud de la tarea que tenemos por delante: trasladar todas nuestras pertenencias a nuestro nuevo hogar. Si claro… ya sabemos que lo ideal es encargar el trabajo a una empresa de mudanzas, pero tenemos que descartar esta posibilidad porque, o bien es demasiado cara, o bien porque no estamos seguros que trataran nuestras pertenencias con el cariño que merecen.
La pregunta es… ¿Vale la pena usar nuestro coche? La respuesta: depende. ¿Cuántos viajes supone? ¿Cuál será el gasto en combustible? ¿Cómo quedará el coche? ¿Y los muebles? ¿Es seguro? Hummm, no lo veo claro… ¿No sería mejor alquilar una furgoneta? Si esta es tu opción elegida, desde TOTCAR podemos darle algunos consejos para evitar situaciones complicadas.
Espacio, el justo. ¿Cuánto espacio necesito? Hay que acomodar muebles, objetos personales y, no lo olvidemos, personas. En principio podríamos pensar que cuanto más grande mejor, y suele ser cierto, pero… ¿Me las apañaré para conducir un vehículo de grandes dimensiones? ¿Y para aparcar? Además, el precio podría ser algo superior en una furgoneta grande. Identifiquemos bien las prioridades y ajustémoslas a nuestras verdaderas necesidades.
Carnet de conducir. La ley española marca que para conducir una furgoneta se debe contar con una antigüedad de, al menos, dos años en el carnet de conducir. Además, la edad mínima para hacerlo es de 23 años. Importante recordar que con el permiso B, sólo se pueden conducir vehículos de un máximo de 3,5 toneladas de peso.
Distribución de la carga. Tomate el tiempo necesario para pensar en cómo distribuir la carga. Esta tiene que ser cómoda a la vez que segura. Parece obvio, pero lo más frágil, encima. Lo mejor es embalar todos los objetos en cajas, evitando así llevar nada suelto. Esto es especialmente importante en los muebles voluminosos. Recuerda que cualquier objeto que no se encuentre bien colocado y sujeto, puede salir disparado en caso de frenazo fuerte o accidente.
Nada de prisas. Es mejor salir con tiempo que tener un disgusto. Recuerda que una furgoneta no es un turismo, especialmente cuando va cargada; un vehículo que no estamos acostumbrados a conducir y que requiere una velocidad y una suavidad al volante diferentes. Evita frenazos y maniobras bruscas. Descansa lo suficiente si el trayecto es largo.
Vigilancia y aparcamiento. Lo ideal es hacer la mudanza con, al menos, tres personas: dos para cargar y una para vigilar. ¿Y aparcar? Lo más cerca posible… ¡claro, como si fuera tan fácil! ¿Lo ideal? Pedir un permiso especial al ayuntamiento si conocemos con antelación el día de “la movida”.